jueves, 18 de agosto de 2011

Educar para prevenir adicciones (Parte 1)

“Mi hijo tiene 10 años. ¿Qué le contesto cuando me pregunta qué es un porro?”, inquiere un padre. Es una situación nada inusual. Adultos que fuman, las fiestas familiares en que se consume alcohol, los amigos del colegio con hermanos mayores, la televisión… el entorno cotidiano de un niño está repleto de referencias a sustancias adictivas. ¿Cómo abordar el riesgo de consumos abusivos y de adicciones con los niños antes de que lleguen a la adolescencia, etapa en la que se inician, en muchos casos, en el consumo de alcohol, tabaco y drogas?

Los profesionales que trabajan en pedagogía y en la prevención de adicciones aseguran que es preferible que los niños y niñas lleguen al instituto con información fiable recibida en la familia. De hecho, aconsejan aprovechar que es más fácil hablar con los chicos antes de que lleguen a la adolescencia, pues en esta etapa son más suspicaces y celosos de su intimidad.

Belén Pardo, responsable de prevención en Málaga de Proyecto Hombre, una entidad dedicada a la prevención, tratamiento y rehabilitación de drogodependientes desde hace 25 años, recomienda: “Antes de los 10 años no es conveniente hablar a los niños abiertamente de drogas, salvo si preguntan. Pero sí se puede tratar, por ejemplo, la diferencia entre comer golosinas de manera controlada y abusar, o hacerles ver que los medicamentos los prescribe el médico.

En la preadolescencia, se puede hablar ya de las sustancias adictivas legales (alcohol y tabaco) y del cannabis –cuyo consumo suele iniciarse de manera temprana y que a menudo es transición hacia otras drogas ilegales–, y de que es mejor no consumirlas”.

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