La utopía de no sentir sufrimientos trae más perjuicios que beneficios, y esto está claro en el crecimiento del consumo de las pastillas para los nervios. “Sea por el ritmo o el tipo de vida que se nos propone, las personas cada vez más toman psicofármacos para sobrellevar sus crisis, lo que, prolongado en el tiempo, puede generar adicciones”, informó a AIM la integrante del centro provincial Huellas, para la prevención y asistencia a las adicciones, Sandra Gulberti, quien agregó: “después del alcohol esta es la principal causa de adicciones”.
El consumo de los psicofarmacos y su adicción.
En diálogo con esta Agencia, la especialista se refirió a “la violación de los tiempos naturales del cuerpo y la mente que lleva adelante la cultura actual, en donde reina la inmediatez, y la facilidad, por lo que no nos permitirnos hacer el duelo correspondiente cuando fallece un ser querido, por ejemplo, y acudimos a alguna pastilla para los nervios si esto pasa.
“Entre los factores que acuden a esta situación está el negocio de los laboratorios, porque la medicina mueve millones, el beneficio de los profesionales que los recetan, o su mal uso, ya que muchas veces los médicos se enganchan con la desesperación de la persona y diagnostican estas pastillas para que pase rápido”, describió a AIM la especialista.
La publicidad y la cultura
Así mismo, la especialista destacó la tarea de publicidad en el fomento del estilo de vida consumista: “se trata del hedonismo, es decir la búsqueda del placer por el placer mismo, uno tiene que estar siempre bien siempre joven siempre para adelante, pum para arriba, está presente en los slogan publicitarios, hay una tendencia a no respetar los tiempos del proceso, el dolor no es ni bueno ni malo sino que forma parte de la vida, es inevitable, y está en el ser humano la capacidad de superarlo, en esta cultura sufrir parece una mala palabra”.
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