miércoles, 7 de septiembre de 2011

Adicciones, un reto de reducción de oferta y demanda: Carlos Rodríguez Ajenjo

Este artículo es parte de un reportaje que se le hizo al fallecido Doctor Carlos Rodriguez Ajenjo en Septiembre de 2010.
Las adicciones constituyen un problema de salud pública que, como pocas enfermedades, son capaces de perturbar la vida de las comunidades y alterar la dinámica de los núcleos familiares.
Se trata de un problema cuya solución representa un gran reto, sobre todo en cuanto a la necesidad de reducción de la oferta de sustancias adictivas, lo mismo que de la demanda.
Carlos Rodríguez Ajenjo, titular del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), explicó que una persona que ya desarrolló una adicción “ha roto con una serie de inserciones sociales, tiene muchos problemas familiares, tiene muchos trastornos de tipo social, se ha aislado y se junta con gente adicta, gente que ya abandonó la escuela y su familia”.
En México, 14 millones de personas consumen cotidianamente tabaco, 4 millones 200 mil son adictos al alcohol, o sea “personas que ya tienen problemas de dependencia con la bebida”, y 600 mil tienen problemas de dependencia de drogas ilegales.
El funcionario reconoció que para la juventud, la adicción más preocupante es el alcohol, seguida del tabaco. Trece millones de jóvenes están en peligro de desarrollar problemas con el alcohol, dijo.
Los propensos al alcoholismo, “son bebedores frecuentes, que abusan en el consumo del alcohol. Toman una o dos veces a la semana, en grandes cantidades y sin motivo aparente”, añadió.
Trayectoria al consumo. Una máxima: Mientras a más temprana edad una persona tenga contacto con alguna sustancia, más posibilidades tiene de volverse adicto a la misma.
En México se cumple una regla según la cual de las personas que consumen tabaco, un porcentaje consume además alcohol, y de ahí otro porcentaje que consume tabaco y alcohol también consumirá drogas ilegales, dijo Rodríguez Ajenjo.
“Las edades promedios de consumo para el tabaco bordean los 13 años, de alcohol, los 15, y de drogas ilegales los 18”, detalló.
En promedio, el consumo de alguna sustancia adictiva suele presentarse entre los 12 y los 25 años, después de esa edad, es difícil que una persona comience a consumir alguna sustancia. Sin embargo, la media de consumo es una “tragedia”, porque en esa etapa el sistema nervioso central aún no ha madurado suficientemente.
“Justo a los 25 años termina la maduración del sistema nervioso, con la formación de todas las estructuras neurológicas importantes para la represión. Es la edad de riesgo”, señaló.
Causas. Rodríguez Ajenjo señaló que la adicción es multicausal y multifactorial. “Una combinación de factores pueden ser los problemas de personalidad, el desarrollo emocional de las personas, la presión social del grupo, para ser iguales al grupo, y la disponibilidad de la sustancia”, explicó.
Lamentó que el tabaco y el alcohol puedan ser adquiridos por personas menores de 18 años. “Si se va a cualquier tienda a comprar un cigarrillo no se pide la credencial de elector, entonces la exposición es muy alta, por eso el riesgo se eleva, por que no se cumplen las normas, en este caso el reglamento de la ley general para el control del tabaco o el reglamento de la venta de alcohol”.
Otro problema —prosiguió—, es la oferta de las drogas ilegales, que ha ido en aumento “dada la situación que desde hace algunos años se vive en el país, en donde se formó un mercado propio, se dejo de ser un país de tránsito y se quedo mucha sustancia, principalmente mariguana, cocaína y mentafetamina”, manifestó.
Entre más desprotección social tengan los jóvenes mayor susceptibilidad tienen para el consumo, aunque el dinero no es garantía para evitarlo, destacó el secretario técnico del Conadic. Otros factores que pueden determinar la adicción son la desprotección como familia, las prácticas de crianza, las familias con problemas internos y, obviamente, el estar o no en la escuela.

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