Las Jornadas Municipio y Drogodependencias concluyeron
ayer con una sesión centrada en trastornos adictivos menos conocidos.
Entre ellos, uno del que apenas se sabe nada: el de internet. De hecho,
no existe un consenso sobre si puede o no considerarse como un
trastorno.
Mientas la comunidad científica e investigadora ahonda en
el tema, lo cierto es que «las consultas por posibles adicciones a
internet han aumentado ligeramente», aseguró Santiago Latorre Martínez,
miembro de la Unidad de Conductas Adictivas de Adolescentes del Hospital
Sant Joan de Deu, en Barcelona.
«Si existe o no la adicción a internet es un tema que
preocupa, sobre todo, a la comunidad científica. Debemos estudiar el
contexto social actual con una consigna muy clara: internet es un
fenómeno nuevo y singular que existe en nuestras vidas y debemos
conocerlo, porque sino no podemos manejarlo», subrayó Latorre.
En los casos que su unidad trata ha podido comprobar las
diferencias de la dependencia entre adultos y jóvenes: «El adolescente
es una persona en formación, es más sensible y en las nuevas
generaciones el uso de internet también está más normalizado. Es muy
interesante investigar cómo afecta a la productividad, a la gestión del
tiempo», insistió. Porque es necesario diferenciar entre la adicción al
sexo o la ludopatía que puede manifestarse a través de la red y lo que
podría ser «un uso excesivo o patológico del medio». «Lo que vemos en
las consultas es que existe ese exceso de uso, pero gran parte (de los
pacientes) no presentan este problema».
De entre los adolescentes que sí parecen tener una
adicción a internet, «se diferencian dos grupos, dos perfiles de
adolescentes. Por un lado están los rebeldes con un problema de conducta
y, por el otro, un grupo de adolescentes recluidos, refugiados. En este
último perfil hay que estudiar cada caso a cada paciente con más
cuidado, para ver qué factores entran en juego», describió Latorre. Otro
de los retos para el futuro es determinar si el uso de las redes
sociales modifica el patrón de relaciones entre los jóvenes. Todavía es
muy pronto para saberlo», aunque algunos expertos ya apuntan a esa
dirección.
En realidad, hace apenas dos años que las unidades
médicas que tratan adicciones estudian estos casos de dependencia de la
red, cuyo acceso se ha facilitado con los smartphones. «Los teléfonos
móviles son solo otro medio más para acceder a internet. No tiene porque
incrementarse las adicciones por su presencia. Este es un campo muy
multidiciplinar que incluye a la sociología, antropología, psiquiatría y
psicología», concluyó el experto.
Fuente: elcomercio.es
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