sábado, 15 de septiembre de 2012

La adicción a los videojuegos, con síntomas “parecidos” a los alcohólicos y drogadictos

La adicción a los videojuegos presenta síntomas psicológicos “parecidos” a los que sufren los alcohólicos y drogadictos. Así lo ha asegurado a Europa Press el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid y experto en adicciones, José Antonio Molina, que indica que esta sintomatología “la comparten casi todas las adicciones”.

Algunos de estos síntomas son “la dificultad para conciliar el sueño por la sobreactivación del cerebro o por el síndrome de abstinencia”, sostiene. Sobre este último, el especialista recuerda que está ligado a “la ansiedad, la irritabilidad y la ira”.

No obstante, Molina especifica que el consumo de sustancias adictivas provoca en el organismo situaciones que no ocurren en la adicción a las nuevas tecnologías. En este sentido, y como ejemplo, asegura que la retirada del alcohol genera en los alcohólicos “efectos como ‘delirium tremens’ o temblores”, algo que no pasa en los consumidores ‘enganchados’ a los videojuegos.

Sin embargo, el experto aclara que si estos productos se usan de manera lúdica, “pueden ser un complemento más a las diferentes áreas de la vida de las personas. El problema, a su juicio, se crea “si se tiene una dependencia”, ya que esta persona cada vez tendrá que jugar durante más horas. “Empezará a interferir en sus tareas vitales”, apostilla.

EN LOS MENORES PROVOCA PROBLEMAS ACADÉMICOS Y MENOS RELACIÓN CON AMIGOS

De este modo, Molina sintetiza que se considera adicción cuando ésta tiene consecuencias negativas “y, aún así, se sigue repitiendo esta conducta”. Por ello, señala que “si pasan seis meses o un año se puede hablar de que se tiene un problema”.

En el caso concreto de los menores, éstos “comenzarán a relacionarse menos con sus amigos, a flojear en los estudios y a estar menos comprometidos a nivel familiar”, indica el colegiado. Además, se producirá “una pérdida de control”, que provocará que lo que en principio era estar un rato a solas, “lleve a mucho más tiempo y a la desatención de otras actividades”, lamenta.

En cuanto a las personas más susceptibles a convertirse en adictos a las nuevas tecnologías, Molina destaca a dos tipos de personalidades: las susceptibles y las que tienen una menor capacidad para anticipar consecuencias futuras. Sin embargo, también considera candidatos a esta adicción a los ciudadanos con déficit en habilidades sociales, ya que “les cuesta más comunicarse y se aíslan en los videojuegos como refugio”.

Para solucionar estos problemas, el profesional descarta los fármacos porque la psicología “tiene herramientas y técnicas suficientes”. Así, confirma que, “aunque cada persona es un mundo, lo primero que hay que hacer es una valoración para ver si, además de su adicción, presenta otros problemas”.

LOS FAMILIARES TAMBIÉN NECESITAN UNA TERAPIA ESPECÍFICA

Tras ello, es necesario realizar un control de estímulos, que consiste en “intentar controlar los tiempos de utilización del videojuego y en fomentar otras actividades”, señala. Además, la familia debe procurar que el viedeojuego esté en un lugar visible de la casa “para que el paciente no se aísle y pase horas y horas jugando”, explica Molina a Europa Press.

Precisamente respecto a los familiares, el experto asegura que éstos “en ocasiones tienen un sentimiento de victimización y se preguntan qué han hecho mal”. Por ello, y tal y como describe en su libro ‘SOS...Tengo una adicción’, el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid subraya que “es muy importante intervenir sobre ellos”.

Según su criterio, además de consejos en relación al paciente, “muchas veces necesitan una terapia específica para ellos porque se ven muy afectados por la situación”. Con ella consiguen “una ventilación emocional porque las adicciones se suelen ocultar”, concluye Molina.

Fuente: Europapress

lunes, 10 de septiembre de 2012

Por qué fuman los jóvenes

En un reciente artículo publicado en la revista ‘Prevención del Tabaquismo’, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), titulado ¿Por qué fuman los jóvenes?, el Dr. F. López Martín y los otros autores desvelan los factores que influyen en el inicio del hábito tabáquico resaltando que el tabaquismo de los familiares directos es otro de los factores, a pesar de que no se le presenta la atención que merece. 

La importancia de que uno de los familiares directos (padre, madre o hermanos mayores) fume es doblemente influyente debido a que ejerce un efecto modélico y, también, porque favorece el desarrollo de una mayor tolerancia hacia el tabaco, tanto al hábito como al humo del cigarrillo.

Lo que sugiere, en consecuencia, que el tabaquismo pasivo puede crear una cierta dependencia en los niños, favoreciendo el inicio temprano del consumo de tabaco.

Dicho artículo expone que estudios realizados con estudiantes universitarios españoles demuestran que, dentro del grupo de los individuos fumadores, el porcentaje de familiares que también lo hace oscila entre el 70% y el 80%, dependiendo de las series.

“El inicio en el consumo de tabaco en edades tempranas se relaciona estrechamente con el hecho que los familiares cercanos fumen. Las personas que conviven con familiares fumadores tienen un mayor riesgo de serlo en un futuro. Asimismo, vivir en hogares libres de humo es un factor protector para evitar el comienzo de este hábito tan nocivo”, explica el Dr. Segismundo Solano, coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR.

Otra consecuencia del inicio temprano en el hábito tabáquico es el posible incremento del riesgo de utilización de otras drogas, como el alcohol. Los individuos jóvenes tienen una curiosidad natural hacia lo nuevo o lo prohibido, para reafirmarse en su identidad, cosa que les lleva a adoptar comportamientos que pueden suponer un riesgo para el consumo de diferentes drogas, como el tabaco.
En el informe sobre alcohol y drogas en España del Ministerio de Sanidad, realizado en el año 2008, se muestra que la edad de inicio se sitúa entre los 15,9 y los 16,6 años, sin registrar ninguna variación desde 1995. Por este motivo, SEPAR cree que es de suma importancia desarrollar acciones para combatir el consumo de tabaco en el entorno familiar, con la finalidad de reducir el inicio del tabaco entre los más jóvenes.

Salud capacita a empleados de ARBA en problemas de adicciones

El objetivo de estas jornadas intensivas de trabajo es “por un lado, sensibilizar a los trabajadores para que comprendan que las adicciones son un problema de salud y, por otro lado, dar a conocer los alcances de la red pública en atención a las adicciones”, informó el encargado de dictar la capacitación y el responsable del Área de Docencia e Investigación de la SADA, Mauricio González.

El jefe de gabinete de ARBA, Sergio Esayan, quien asistió como representante del organismo, aseguró que “esta capacitación posibilitará que los empleados intervengan en situaciones de prevención de las adicciones. La intención del titular de ARBA, Martín Di Bella, es que todas las políticas públicas que promueve la Provincia, y que tienen que ver con una mejora de las condiciones de vida, puedan trasladarse al quehacer cotidiano de la Agencia “.

De acá a fin año se realizarán unos 10 encuentros en los distritos de Mar del Plata (donde ya se realizó), Dolores, Pergamino, Trenque Lauquen, Mercedes, Azul, Bahía Blanca, Conurbano y La Plata, todos con agentes de ARBA.

La directora provincial de Prevención a las Adicciones, Perla Figueroa, aseguró que “la capacitación es clave para poder abordar una problemática compleja como son las adicciones y los espacios laborales son lugares estratégicos para hacerlo”. “Es muy importante generar estos espacios donde analiza diversas situaciones respecto al uso problemático de sustancias en el ámbito laboral, llamar a la reflexión, concientizar y sensibilizar”, afirmó, en tanto, el director Provincial de Atención a las Adicciones, Eduardo Rodríguez Telechea.

El convenio firmado entre la SADA y ARBA establece que se generarán “espacios de encuentro que permitan la reflexión y prevención en el ámbito laboral respecto al consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco y diversas drogas”.

Fuente: Gobierno de la Provincia de Buenos Aires